miércoles, 22 de abril de 2009

Una gringa en un país extranjero


                              Foto tomada de aquí 

Ya que estamos explorando los temas de xenophobia, discriminación social y racismo en clase, yo quería compartir una experencia en que yo conformé al estereotipo de una gringa y sufrí las consecuencias. 

Me mudé a Panamá a los diez y siete años, y allí experimenté la libertad por primera vez. Los primeros meses eran un torbellino de besos en la cara, Ron Abuelo (el ron nacional panameño) y merengue. Pero, muy pronto me di cuenta que toda la vida en un país extranjero no siempre es una fiesta. Después de lamentar por unos segundos, se me olvidó este pensamiento sabio.

Saltamos unos meses y estoy mirando un caballo. Es una bestia extraña y estoy dos horas de viaje de la ciudad. De una manera que se me pasa por alto, mis amigos me han convencido a montar dicho animal. Les digo,

“¡Yo soy de la ciudad! ¡Yo no sé la diferencia entre un toro y un caballo, no puedo hacer esto! Él tiene odio en sus ojos.”

“Tranquila, él está a punto de morir. No te va a arrojar a un árbol como dices.”

Después de unas ofertas para darme uno de los tranquilizantes de mi caballo, me monto y salimos corriendo. Me siento como una reina de Narnia, una princesa medieval. Y, de repente, me doy cuenta que estoy sola al crepúsculo.

                                       Foto tomada de aquí
 
Yo cruzo ríos, me desmonto sola por primera vez y doy una bofetada a la nalga de mi bestia. Pero, me he perdido, y nada de esto funciona. Cuando estoy maldiciendo a mis papas por no instalar un chip de GPS en mi cuello cuando era bebé, me encontro con un grupo de los trabajadores en el campo.

“¡Ayudenme por favor! ¡Cómo regreso a la casa principal? Hay mosquitos grandotes por todo mi cuerpo. ¡Me urge mucho!”

Me dan direcciones y salgo muy agradecida. Por fin mis amigos me encuentran y me dicen que me dieron direcciones para la carretera.



Pudo haber sido por el color de mi piel, mi acento, o simplemente para burlarse de un extranjera estúpida. En todo caso, aprendí una lección importante: prefiero las películas de la equitación. 



Foto tomada de aquí

Lectura avanzada: Stuff White People Like 

Autora: Rachel B. 

sábado, 18 de abril de 2009

Lo que usamos:

Influencia islámica en el traje indígena:
En Guatemala encontramos diversidad de culturas que se mezclaron para dar como resultado un país que ha logrado absorber diferentes características para beneficio y enriquecimiento de su entorno. La influencia islámica llegó por vías distintas, a través de los españoles quienes estuvieron por muchos años dominados por los musulmanes, o moros, y también con la llegada de islámicos al país. El arte Mudéjar es el principal exponente de esta cultura en nuestro país, y sus matices se encuentran dentro del característico traje indígena guatemalteco, reflejando la unificación de dos culturas que a pesar de ser diferentes sienten igual.
El árbol de la vida, es un símbolo muy utilizado por la cultura islámica desde antes de su invasión y conquistas a otros pueblos.
Frecuentemente representado en medio de dos animales frente a frente, se puede encontrar en esculturas sobre columnas y en bajos relieves, como por ejemplo en Saint Laurent de Grenobte, Saint Etienne de Beauvais, Saint Brice de Chartres, Notre Dame de la Couture en Le Mans, y en otras muchas iglesias más. El mismo tema se repite con frecuencia en tejidos, en objetos de cristal y marfil, y en los manuscritos ilustrados. En la Biblia de Carlos el Calvo, se encuentran unos leones a cada lado del árbol sagrado. En el Evangelio de Lotario son unos leopardos, una prueba más del origen oriental del motivo que inspiró al artista. En Guatemala se encuentra el influjo de este motivo tan importante en los “sobrehuipiles” en especial en los ceremoniales, los cuales son utilizados para los casamientos u otras significativas ceremonias, y podrán encontrarse colocados sobre las cabezas de las mujeres.Escogen la parte cercana al pecho, en Kaqchikel ruwa ruk´ux “sobre su corazón” para representa los motivos de mayor significado.
Y, esta parte en especial es la que eligen para labrar el motivo de “Árbol de la vida”.Lo hacen mediante la ancestral técnica indígena de “telar de cintura”, esto representa una mistificación preciosa de la unión de ambas culturas. Conocido como Palo o Árbol de vida, según la tradición indígena representa a la mujer. El mito del árbol de la vida de los Asirios llega principalmente a países como España e Italia, dejándolo impregnado en otras culturas, además de la propia, y adoptado por su increíble y profundo significado. EL Árbol de la Vida se graba en las construcciones de piedra de las ciudades asirias y en sus templos. La imagen estilizada parece tener grandes brotes que crecen en su cima y alrededor de la planta. Rodeada por personajes alados, reyes y águilas. Generalmente el árbol de la vida se encuentra en el Sobrehuipil ceremonial de San Pedro Sacatepequez.
Autor: Sylvana Toledo.


jueves, 2 de abril de 2009

Nos quedamos ciegas




Este viernes era el turno de Lucia Weller para escribir en el blog, pero se fue y siendo ella la vista, nos ha dejado en las tinieblas; así que ahora yo seré los ojos y la lengua de nuestro blog. Esta rara conjugación de sentidos me hizo recordar un documental que vi en el Discovery Channel, se llamaba Súper Héroes, donde explicaba el fenómeno de la sinestesia, un don con el que algunas personas nacen el cual las hace combinar involuntariamente sus sentidos. Elizabeth, una joven de Suiza utiliza todos sus sentidos para saborear la música, “el do sabe a paté” explicó ella luego de escuchar el sonido de una flauta. Este sexto sentido también lo utilizaba Beethoven, quien veía colores al escribir sus estupendas sinfonías. Otra joven ve de colores las gotas de lluvia al caer, “es como una lluvia de arco iris” dijo ella al tratar de explicar lo que veía.


Luego de ver este programa supe que yo no era la única que tenia mezclados mis sentidos, y que mi “mal” tenía un nombre: Sinestesia, hasta la palabra sabe a helado de vainilla; yo desde pequeña he sentido olores en colores, y sabores en olores. Cuando veo el sol siento sabor al color anaranjado, el cual no puedo describir, las nubes huelen a piscina, cuando hay frío siento olor a menta, mi mejor amigo huele a libro guardado, la tierra huele a canela y cuando esta mojada le siento sabor a nieve; cuando estoy aburrida percibo un olor al color amarillo, las vacas huelen a miel y mi caballo huele a zapatos nuevos, por eso cuando lo veo, lo abrazo y respiro hondo para sentir su olor a Payless. La Chofa huele a algodón de azúcar rosado, mi dentista huele a celeste, cuando estoy nerviosa siento sabor al color verde y cuando tengo miedo huele a blanco. La noche huele a plateado, mi papá olía al color café con eucalipto y la comida de mi abuelita tenía sabor al color rojo, lo cual me entristece porque desde que ella murió no lo he vuelto a sentir. La clase de historia huele a las tejas de los techos de las casas, la palabra comunicación me hace sentir el sabor amargo del pan quemado, el color morado (mi favorito) huele a lirios y el número ocho y la letra R me caen mal porque son de color amarillo.

Cuando cuento esto la gente se ríe de mi, y me preguntan: ¿Y yo a que huelo?, y me cae mal porque no todos huelen rico; algunos piensan que estoy fuckedtopeada, pero a mi me gusta ser así porque siento cosas que nadie podrá experimentar nunca.
Autora: Julissa Carrillo

viernes, 27 de marzo de 2009

El tacto: ¡Prohibido tocar!





Quiero comentar sobre el reciente anuncio sobre la visita del Papa al continente africano… Otra vez el Vaticano ha condenado el uso de anticonceptivos como método para aliviar el sida.

Antes de seguir, quisiera aclarar algo; entiendo que los anticonceptivos no van a resolver este problema en sí. Sin embargo, es una ayuda más, aunque sea poco. También, respecto a la clase de Pensamiento Político del jueves pasado, quisiera explicar que estoy totalmente de acuerdo con el hecho de que carecemos de autocontrol por la pérdida de las virtudes, pero esta realidad es, desafortunadamente, el mundo en vivimos.

Es cierto que el Papa, como el representante más importante del Vaticano y el catolicismo, simplemente no puede decir que está a favor del uso del preservativo. Sin embargo, tampoco tiene el derecho a condenar a la muerte millones de africanos. Esto es impedir la vida tanto como el aborto o el uso de anticonceptivos. En este caso sería mejor no apoyar ni condenar esta práctica, dejando la elección a cada quién. La verdad es que no toda la población africana va a practicar la abstinencia, pero eso no quiere decir que merece la muerte de millones de habitantes.

Además hay casos especiales, por ejemplo, las víctimas de la violación que se encuentran con la infección y la pasan a otros, mediante el sexo sin protección. ¿Y qué pasa con los niños que nacen ya con la enfermedad?

Un punto final es que la Iglesia católica tampoco apoya la guerra, pero como hemos visto, lo permitió en las circunstancias excepcionales de las Cruzadas (entre los siglos XI y XIII). ¿No será esta una situación de emergencia, en la cual la Iglesia podría ver que es peor perder tantas vidas humanas que oponer una de las pocas herramientas que ayuda en la reducción del sida? ¿O es poco realista atribuir tanta importancia a la doctrina del Vaticano hoy en día?

Autora: Nicola McCausland

viernes, 20 de marzo de 2009

Casa de espejos


Foto tomada de aquí

Uno podemos ahogarse, simbólicamente, cuando sólo ve a sí mismo. Un narcisista no puede aguantar una falta de atención, como exlica este blog
. Cuando se miran en el espejo, en el trasfondo ven lo que quieren ver, lo que tal vez no exista y las imagenes que han creado mentalmente. Cuando enfrentan al mundo, es confuso y se sienten atrapados en una torbellina.

Este mundo se puede crear por medio de drogas, lo cual te distorsiona la perspectiva, de una enfermedad mental, o de una fuerte determinación de ignorar la realidad y cualquier tipo de evidencia.

Debe ser una prioridad analizar el mundo y evitar la vida dentro de una casa de espejos

Autora: Rachel B.

jueves, 12 de marzo de 2009

El sabor de la vida




No te precipites, no corras en los caminos de la vida. Pasa con cautela, con los pies bien plantados en la grama. Hoy, respira hondo, y deja que el aire te alborote el pelo; abre tus ojos sólo para ver las estrellas, para ver la danza de las nubes y las flores en los campos.

No camines de puntillas y en silencio; ríe y grita, y después calla… Escucha las gotas rebotando en la tierra, los grillos cantándole a la noche y la respiración de la naturaleza.

Deja que tus sentimientos lleguen al límite; usa tus cinco sentidos para ser parte de la vida; prueba el sabor salado de la tristeza, y el dulce cosquilleo de la felicidad en tu estómago; siente el aroma fresco de las montañas, y el olor que identifica a la persona que amas; observa con cuidado la perfección de tu cuerpo, cada parte en preciosa armonía con la otra; escúchate cuando sueñes y cuando juegues; no dejes de sentirte niño, alimenta tu espíritu con dulces y chocolates, y cuando tu alma tenga un raspón ponte una curita y haz olvidar el dolor con una buena dosis de helado.

No te precipites, no pases por la vida solamente existiendo, ¡vívela! Porque las tardes aburridas no se recuperan, las lágrimas derramadas son absorbidas por la almohada, las risas se vuelven mudas y nuestras fantasías se quedan enjauladas. Conviértete en creador, en mago, en poeta, en cantante, y baila al ritmo de la vida.


Autora: Julissa Carrillo